Esta vez “La jugada” intenta colocarles en una situación que quizás pronto podríamos enfrentar si, haciendo uso de los derechos -que posiblemente deberán otorgárseles-, algunos de nuestrxs conciudadanxs, con inclinación o identidad sexual diferente a la nuestra, asume el enorme reto de impartir clases.
Nada se abre espacio para que hagan sus jugadas/comentarios en La Jugada… Qbanxs de a pie