Parlamento no discutirá Código de Familia o La población cubana sí está preparada

Por Paquito el de Cuba

Como ya era previsible desde mediados del año, con el próximo periodo ordinario de sesiones concluye la actual legislatura del Parlamento, sin que haya una discusión pública del anteproyecto de ley del Código de Familia, que debería contener algún tipo de amparo jurídico para los derechos de las parejas homosexuales en Cuba.
El anuncio de la agenda ya tradicional para esta segunda reunión del año —los proyectos del Plan de la economía y de la ley del Presupuesto del Estado, junto con la marcha de la implementación de los
Lineamientos de la política económica y social que aprobara el VI Congreso del Partido— cierran la última posibilidad de que los actuales integrantes de la Asamblea Nacional del Poder Popular consideren el tema, que deberá esperar entonces a las próximas elecciones generales y a la constitución de un nuevo órgano
legislativo en febrero del 2013.
Sin desconocer la trascendencia y diversidad de cuestiones jurídicas urgentes para la transformación del modelo económico cubano, no puedo dejar de lamentar en el orden personal este incumplimiento del programa legislativo que, según la Ministra de Justicia, comprendía la discusión del nuevo Código de Familia hasta el 2013.
Puedo comprender incluso que la superación de viejos prejuicios discriminatorios y homofóbicos mediante un reconocimiento legal de la diversidad de tipos de familia, resulta —en el océano de
transformaciones que requiere el país— solo una gota de agua, pero es NUESTRA gota de agua, y no dejaremos de exigir por ella.
Lo hago, además, con la convicción de que no solo necesitamos mejorar el desempeño económico, sino también evolucionar en nuestras políticas sociales, para lograr un socialismo cada vez más participativo, incluyente y democrático.
Por fortuna tengo la certeza de que activistas de todas las
orientaciones sexuales e identidades de género y la población LGBT y H —esto incluye a numerosas personas heterosexuales— no estamos solos en este empeño de cambio cultural, pues soy testigo del seguimiento, la promoción y los análisis críticos que cada vez con mayor frecuencia —y aunque no sin resistencias— realizan sobre este asunto diversas organizaciones e instituciones del Estado y la sociedad civil. Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), ha reiterado en múltiples espacios y personalmente me acaba de reafirmar su posición de que “la población cubana está más preparada para realizar cambios revolucionarios de lo que podemos imaginar, y eso lo hemos podido apreciar en muchos debates públicos”. La sexóloga ilustró su postura “con el ejemplo que nos dio el humilde pueblo de Caibarién, al elegir recientemente como delegada municipal del Poder Popular a Adela, una persona que se identifica como transexual”.
“Mediante el dialogo, el pueblo representado en sus legisladores va a apoyar este iniciativa de ley que presentan la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión Nacional de Juristas de Cuba, y que el CENESEX ha promovido a lo largo de estos años con múltiples acciones educativas”, concluyó Mariela.

Tomado del blog de Paquito
http://paquitoeldecuba.wordpress.com/2012/12/05/parlamento-no-discutira-codigo-de-familia-o-la-poblacion-si-esta-preparada/